El abordaje entre el SeaExploreer-Yacht Clyb Monaco de Boris Herrmann y el pesquero español Hermanos Bustos en el golfo de Vizcaya reanimó el interés mediático en España por la Vendée Globe, después de conocerse el incierto resultado de la regata, tras aplicarse las compensaciones de tiempo al navegante alemán, al héroe Jean Le Cam y al ganador Yannick Bestaven, por su intervención en la búsqueda y rescate de Kevin Escoffier.

El relato del patrón del Hermanos Bustos Josu Zaldunbide causó sorpresa, por el cuestionable comportamiento de Herrmann en el incidente, pero también por diferir de las explicaciones que éste dio tras cruzar la llegada en Les Sables d’Olonne. “La noche del miércoles 23 estábamos pescando a unas 80 millas de la costa francesa. De repente un barco a gran velocidad se nos echó encima y colisionó lateralmente en nuestro costado de babor. El barco se paró en seco y quedó enganchado con nuestros focos. Estábamos totalmente perplejos, y de repente vimos salir a una persona de la cabina del velero, quien sin decir nada rompió nuestros focos para liberar la jarcia y una vela que lo retenían para seguir navegando. Inmediatamente le llamé por el canal 16, lo intenté varias veces sin ninguna respuesta por su parte”.

Zulunbide se puso en contacto con el armador del pesquero Aitor Badiola para informarle del incidente. Al día siguiente alguien le comentó que seguramente era un barco de regatas, un participante en la famosa Vendée Globe, y como el pesquero no sufrió daños, no quisieron darle más importancia al asunto. Pero más tarde conocieron las declaraciones de Herrmann en Les Sables d’Olonne, diciendo que el pesquero no llevaba conectado el sistema AIS. Esto provocó el enfado de Badiola y el asunto llegó a algunos medios de comunicación, más como una anécdota que como una denuncia, que en ningún momento quisieron interponer. “Cuando unos días antes salimos de nuestro puerto de Ondarroa, conectamos nuestro AIS como siempre hacemos. Este sistema deja un registro del barco, es como la caja negra de un avión. Quien lo quiera consultar puede acceder al sistema y verá que nuestra AIS estuvo funcionando ininterrumpidamente desde que el Hermanos Bustos zarpó del puerto hasta que regresó”.  

El buen talante del armador, del patrón y la tripulación del pesquero Hermanos Bustos quedó patente cuando Badiola explicó que había hablado con el alemán, “Ya está todo arreglado, y le invitado a que venga a Ondarroa cuando quiera”. No quiso dar detalles de la conversación, de las explicaciones de Herrmann ni de los desperfectos que el alemán causó al pesquero.